Primero es importante saber alguna información
general referente a los anestésicos locales para comprender más su mecanismo de
acción.
Anestésico local: Sustancia que interrumpe de manera reversible la
conducción de impulsos a lo largo de las fibras nerviosas inhibiendo la función
sensitiva y motora de las mismas.
Mas detalladamente, la acción principal de los anestésicos locales
para producir el bloqueo de la conducción consiste en reducir la permeabilidad
de los canales iónicos al sodio (Na).
Química y metabolismo de los anestésicos
Estos de dividen en dos grandes grupos:
Grupo éster: Se encuentran la procaína y la tetracaína. Estos
anestésicos sufren una degradación enzimática a nivel sanguíneo mediante las
colinesterasas plasmáticas por lo que origina una rápida metabolización de los
mismos. Una característica de los esteres son los cuadros alérgicos a sus
metabolitos.
Grupo amida: Se encuentran la lidocaína, prilocaína,
mepivacapina, articaína y bupivacaína. Tienen una metabolización hepática. El
famoso citocromo P450 es el principal implicado en dicha metabolización. Se va
a metabolizar en hígado. Estos anestésicos tienen más la posibilidad de ser
tóxicos.
- No ser irritante en tejidos sobre los que se aplica
- Toxicidad sistémica baja
- Ser reversible
- No ocasionar alteración permanente de la estructura nerviosa
- Tiempo de latencia corto (Tiempo que pasa desde que se aplica el anestésico hasta empezar su acción)
- Duración de acción adecuada al procedimiento
- Debe ser estable y de fácil biotransformación
- Potencia suficiente para proporcionar una analgesia adecuada
La base fisiopatológica en el uso de BB en el
caso de la HTA y en la enfermedad cardiovascular, se basa en sus efectos
inhibidores sobre el SNS. Existen tres generaciones de BB disponibles para el
uso clínico. La primera generación (por ejemplo, propanolol) bloquea ambos
receptores betaadrenérgicos (β1 y β2), por lo que no son cardioselectivos. La segunda
generación de BB (por ejemplo, metoprolol, atenolol o bisoprolol) son fármacos,
en mayor o menor medida selectivos para el receptor β1, por lo que poseen unos
efectos cardiacos relativamente mayores y específicos. Por último, los BB de
tercera generación (por ejemplo, labetalol, carvedilol, nebivolol, bucindolol)
poseen acciones vasodilatadoras a través del bloqueo de los adrenoreceptores
alfa y/o de la liberación de óxido nítrico.
Manejo odontológico en paciente hipertenso no controlado:
La conducta clínica ante un paciente
hipertenso (ya considerándolo en los estadios 2 y 3) que no esté recibiendo
tratamiento médico lo más adecuado es remitirlo con un médico especialista y no realizar ningún tratamiento.
Es importante tener en cuenta que las
complicaciones que se pueden presentar en el consultorio odontológico pueden poner
en riesgo la vida del paciente.
Un chequeo constante de la presión
arterial en todo paciente que acude al consultorio, permite al odontólogo
realizar hallazgos que muchas veces el paciente no conoce.
Manejo odontológico en paciente hipertenso controlado:
Para empezar, un aspecto muy
importante que el odontólogo debe tomar en cuenta es el control óptimo del
dolor a la hora de minimizar la elevación de la presión sanguínea.
El estrés y la ansiedad pueden
aumentar la presión sanguínea. Lo primero que hay que hacer para la reducción
de éstos por parte del odontólogo es el establecimiento de una
relación honesta y de soporte con el paciente desde el primer momento que acude
en busca de ayuda para su problema de salud bucal.
Si en algún procedimiento va a existir
cierta molestia en algún momento, el paciente debe ser informado en qué punto
va a ocurrir. Los pacientes muy ansiosos pueden ser medicados con una pequeña
dosis de diazepam (5 mg) u oxazepam (30 mg) la noche antes y una hora antes de
la cita. De igual manera deben evitarse las citas largas.
Las
amidas, como la lidocaína y mepivacaína son execelentes poe la rapidez con que se manifiestan sus
propiedades. Con la adición de vasoconstrictores como la epinefrina en concentraciones
de 1:100,000, de la cual se logra ventajas como:
a)
Un efecto anestésico prolongado que permite trabajar con un paciente tranquilo
disminuyendo la ansiedad y el dolor.
b)
Disminución del riesgo de toxicidad del anestésico.
c)
Contribuye a la hemostasia en los procedimientos quirúrgicos.
En los
pacientes hipertensos controlados deben emplearse anestésicos locales con vasoconstrictor,
en dosis
Es preferible evitar el uso de norepinefrina y
levonordefrina como vasoconstrictores en pacientes con hipertensión ya que
pueden causar elevación de presión arterial debido a que se facilita la
estimulación de los receptores alfa.
Se recomienda emplear en estos pacientes de 2 a
3 cartuchos de anestésico máximo.
La
epinefrina es un potente estimulador de los receptores tanto alfa como beta. A
pequeñas dosis, la epinefrina puede resultar en un ligero incremento de la
presión debido a que la activación de los receptores que puede generar la
dilatación de las arteriolas en el músculo esquelético. Puede existir una
interacción farmacológica entre la epinefrina y algunos bloqueadores
adrenérgicos, especialmente los beta-bloqueadores no-selectivos como el
propanolol, dando lugar a un aumento de la presión sanguínea. Sin embargo la
experiencia clínica ha demostrado que 1: 100, 000 de epinefrina (no más de 3
cartuchos) en la anestesia local puede ser usada de manera segura en la mayoría
de estos pacientes.
- http://www.actaodontologica.com/ediciones/2007/1/paciente_hipertenso.asp
- http://www.medigraphic.com/pdfs/adm/od-2003/od032h.pdf
- http://www.cardioteca.com/images/cardiologia-practica/recursos/bisoprolol/3-betabloqueantes-hipertension-arterial-hta.pdf
- Malamed S. Manual de anestesia local. 5ta edición. España, 2006. Editorial ELSEVIER. 350 pp.
Fuiste muy a fondo en tu publicación, bastante completa y detallada, felicidades!
ResponderBorrarExcelente Información y sibre todo muy importante, gracias.
ResponderBorrarMuy completa tu información,y excelente síntesis.
ResponderBorrarMuy interesante la información compleja y buena
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